Clarissa, de Stefan Zweig

 La lectura de Octubre viene de la mano de este autor que últimamente está muy en boga pese a que falleció hace ochenta años. Quizá su marcado espíritu antibelicista es necesario estos días. Os contamos la opinión del club sobre esta obra suya llamada como su protagonista.

1. Clarissa, sinopsis.

Clarissa, hija de un militar austríaco, conoce en Lucerna a Léonard, un joven socialista francés del que se enamora. El estallido de la Gran Guerra separa a los amantes y la joven, que ha quedado embarazada, debe volver a Austria en medio de una Europa que se desgarra, donde toma la decisión de tener y criar a un hijo del enemigo. Esta conmovedora novela tardía de Zweig es hoy considerada el testamento en el que el extraordinario escritor austríaco condensó los ideales humanísticos que abrazó durante toda su vida.

2. La opinión del club.

Este libro ha sido comenzado con cierta reticencia por el lento ritmo narrativo inicial, pero va cobrando interés a medida que su protagonista debe enfrentarse a una decisión vital en un ambiente marcadamente conservador y machista.

Es un libro de fácil lectura y con un lenguaje sencillo, aunque a veces se hace pesado de leer porque los personajes parecen meras excusas para que el autor pueda dejar patente su discurso pacifista. Que obviamente, todas apoyamos, pero a veces parece que la historia queda vacía, es un mero artificio para que el autor pueda pontificar en contra de las guerras.

Además, se trata (una vez más) de un hombre escribiendo sobre cómo una mujer siente y se plantea sobre temas vitales (maternidad, independencia económica, aborto...) que es difícil que el propio autor pueda reflejar bien. De hecho, se nota como pasa de puntillas sobre ciertos temas muy relevantes en la trama, como el mencionado aborto, sobre el que apenas puntualiza mientras que sí se centra, como decíamos, en dar peroratas sobre el socialismo utópico.

El final es abierto, lo cual da un toque interesante a la obra pese al sabor de boca que deja. Queremos hacer una mención especial a la traductora, cuyo trabajo creemos que ha sido de gran calidad.

3. Stefan Zweig.

Este austríaco, además de escritor y biógrafo fue activista social. También publicó poemas, ensayos y teatro aunque era la novela el género en que más habitualmente escribió. 

Debido a la buena situación económica de sus padres pudo viajar desde muy joven, lo cual le hizo entrar en contacto con diferentes culturas y formas de vida y desarrollar su conocida tolerancia. Y por su condición antibelicista y su orientación política, estuvo exiliado durante diversas etapas a lo largo de su vida.

Murió con sesenta años, en Brasil, su último país de residencia.