La vuelta a la rutina ha sido alegre pero algo complicada en el Club de Lectura de Cádiar: obligaciones, viajes y vicisitudes varias, relacionadas con la “rentreé” han hecho que nos veamos menos, pero igualmente se ha participado de una forma u otra en el intercambio de impresiones relacionado con la lectura de “El cerebro de Kennedy”, que nos ocupaba el mes pasado.
1. Henning Mankell: un imprescindible de la literatura sueca.
Este
autor sueco – que apenas hace dos años que falleció – es muy conocido en el
mundo de la novela policíaca por su saga Wallander: un detective con el que se
conecta rápidamente a nivel humano por sus reflexiones críticas sobre el mundo
que vive a diario, incluida su dosis de ternura en ocasiones.
Además,
Mankell tiene una serie de obras fuera de la saga, todas con cierta trama de
suspense y, sobre todo, una fuerte carga de crítica social.
Fue un
literato muy prolífico: además de sus novelas, tiene publicados muchísimos
textos orientados a un sector juvenil o infantil, además de un ensayo y su
propio libro de memorias.
2. El cerebro de Kennedy:
impresiones.
En general, gustan dos detalles:
la trama bien urdida con suspense “in crescendo” hasta el final, y la capacidad
de Mankell para trasmitirnos la angustia de nuestra protagonista, esa madre que
encuentra a su hijo fallecido y no para de luchar hasta poder explicarse su
muerte, como proceso de duelo propio y justicia para con su hijo. Una historia
triste, y peculiar. Acerca de la tristeza que trasmite la lectura del libro, se
señala una frase muy significativa:
“El libro es muy triste: los
personajes no son sinceros ni con ellos mismos, ni con los lectores”.
No obstante, hay impresiones muy
diferentes: trama espesa e inconexa, final que no se resuelve del todo, y
personajes poco comprensibles. Parece que Mankell haya querido hacer una
denuncia, con poco éxito: es como si los personajes fueran una mera excusa,
simplista y plana, para poner por escrito su protesta social. Con respecto a estos
personajes, no se entienden la conducta de Louise ni Aaron, mucho menos el
misterioso Henry, que parece desdibujado.
En general, acerca del lenguaje,
se señala su sencillez, es fluido a la hora de leer.
Las lectoras que ya conocían a
Mankell coinciden en que no es de sus mejores obras, ni mucho menos. El libro
ha recordado a otras obras, como la Odisea de Homero, El infierno (Divina
comedia) de Dante o Verano, de Coetzee.
3. Otros temas del club de lectura.
Finalmente, se
proponen varios libros para recomendación:
► Tetralogía “Dos amigas”, de Elena Ferrante.
► Yo, me, mi, conmigo, de David Safier
► La analfabeta que era un genio de los números, de Jonas Jonasson
► La mujer de la libreta roja, de Antoine Laurain
Igualmente, se
acuerda traer la lista de los libros que queremos leer el próximo año a la
siguiente reunión, la de finales de Octubre.
Ay que bien un club un club de lectura! Yo hace tiempo que pienso en apuntarme, pero es que no encuentro muchos en Barcelona, y los que encuentro son en academias de escritura con matrícula. Tendré que buscar más!!
ResponderEliminarPor lo que cuentas, el libro no está mal pero tampoco es una maravilla. La literatura sueca, por lo que he leído hasta ahora, me gusta.
Un besote guapaa!! :))